Reemplazar las comidas habituales por batidos, barras o entradas empaquetadas puede ser una estrategia útil para que adelgacen los adultos, señala el equipo del doctor Robert L. Berkowitz, del Hospital de Niños de Filadelfia.
Es porque esos reemplazos no permiten subestimar las calorías consumidas, algo que sí ocurre con la comida común. Y dado que los adolescentes también subestiman cuántas calorías ingieren, el equipo indagó si esos productos también ayudarían a ese grupo etario.
Según publica la revista Obesity, el equipo dividió al azar a 113 adolescentes obesos y sus familias en tres grupos, que cumplieron con un tratamiento durante un año.
Uno recibió una dieta estandarizada de 1.300-1.500 calorías; el segundo grupo utilizó reemplazos de comidas durante cuatro meses (tres batidos SlimFast, una entrada empaquetada y cinco porciones de frutas y verduras por día) seguidos de ocho meses de dieta estandarizada, y el tercero utilizó sólo los reemplazos.
A los cuatro meses, los participantes tratados con los reemplazos habían perdido un 6,3 por ciento de índice de masa corporal (IMC), comparado con un 3,8 por ciento en el grupo tratado con la dieta estandarizada.
Pero al año, no hubo una diferencia significativa en la reducción promedio del IMC entre los tres grupos: un 2,8 por ciento en el grupo tratado con dieta reducida en calorías; un 3,9 por ciento en el grupo tratado con cuatro meses de reemplazos más dieta, y un 3,4 por ciento en la cohorte que consumió sólo reemplazos durante un año.
Un tercio de los pacientes abandonó el estudio, mientras que en el resto la adherencia se redujo con el tiempo.
«No se comprobó un beneficio potencial (de los reemplazos de comidas) en el mantenimiento del peso», concluyó el equipo.
Se necesitan más estudios para conocer cómo hacer que los adolescentes obesos comiencen una dieta y la cumplan en el tiempo.
Los Institutos Nacionales de Salud y el Centro Nacional para Recursos de Investigación de Estados Unidos financiaron el estudio y Unilever proporcionó el producto SlimFast.
FUENTE: Obesity, 2010 / Reuters Health