La vitamina D contra la obesidad
Los investigadores del CIBERobn estudiaron la relación entre la deficiencia de vitamina D y el síndrome metabólico, una conjunción de factores de riesgo cardiovascular en un mismo individuo, como la diabetes o la hipertensión, con un nexo común que es la obesidad, sobre todo de tipo abdominal.
El déficit de esta vitamina se asocia al síndrome metabólico y la alteración en los niveles de lípidos (colesterol y triglicéridos). La vitamina D, pertenece al grupo de las liposolubles, pueden almacenarse en el cuerpo, sin necesidad de consumirse diariamente e interviene en la absorción del calcio y el fósforo en el intestino, y puede obtenerse tanto de los alimentos como del sol.
Los alimentos que aportan vitamina D son los lácteos, los cereales, los frutos secos, verduras y hortalizas. Pescados como el salmón, atún, arenque, sardina, ricos en ácidos grasos omega 3. La vitamina D es producida también por el cuerpo al exponerse a los rayos ultravioletas del Sol.
Lo que se recomienda es combinar la alimentación incorporando alimentos ricos en vitamina D con la exposición al sol de 15 minutos diarios.