Las Dietas pueden detapar las arterias
«Si una persona cumple con una dieta sensible, aunque experimente sólo una pérdida modesta de peso, si se adhiere a ella el tiempo suficiente puede causar una regresión de la aterosclerosis», explicó Iris Shai, epidemióloga de la nutrición de la Universidad Ben-Gurion en Negev.
La aterosclerosis conlleva un engrosamiento y estrechamiento de los vasos sanguíneos. Cuando el estrechamiento lleva a un bloqueo completo del flujo sanguíneo, la consecuencia puede ser un ataque cardiaco o un ACV.
Shai y colegas asignaron a 140 hombres y mujeres de mediana edad y con sobrepeso a una de las tres dietas bajas en calorías: baja en grasa; baja en carbohidratos; o la dieta mediterránea, que enfatiza frutas, verduras y grasas sanas como las encontradas en el aceite de oliva.
Alrededor de un tercio de los participantes tomaba antihipertensivos, y una cuarta parte tomaba medicamentos reductores del colesterol, sobre todo estatinas.
Los investigadores siguieron el cumplimiento de la dieta recomendada en los participantes, además de su peso y presión arterial. Mediante el uso de escáneres de ultrasonido para obtener imágenes tridimensionales, el equipo también evaluó el volumen y grosor de las arterias carótidas, los importantes vasos que llevan sangre al cerebro.
Tras dos años, los investigadores encontraron que las personas a dieta experimentaron una significativa reducción del cinco por ciento en el volumen promedio de la arteria carótida, y una reducción de 1.1 por ciento en el grosor de las paredes del vaso. También hubo reducciones moderadas en la presión arterial y el peso promedio.
«Con una dieta sana, y una pérdida de peso y reducción de la presión arterial moderadas, se puede observar una regresión en la placa que progresa con los años de forma natural», aseguró Shai.
Las tres dietas tenían ciertos elementos en común, como un mayor consumo de frutas y verduras, y un menor consumo de grasas trans peligrosas, sobre todo las que se encuentran en alimentos procesados, aseguró.
«El mensaje parece ser que la pérdida de peso, sin importar cómo se logre, es buena para la arteria carótida», señaló el Dr. Robert H. Eckel, profesor de medicina de la Universidad de Colorado y ex presidente de la American Heart Association.
Aunque la reducción en la presión arterial fue tal vez el efecto dietético más importante, «con la reducción en el peso muchas cosas podrían cambiar en la dirección correcta», enfatizó Eckel. Cualquiera que se proponga seguir una dieta así debe prepararse para adherirse a ella a largo plazo, subrayó.
«Es inevitable que la presión arterial medida se reduzca durante la pérdida activa de peso», dijo Eckel. «Pero tal vez no continúe. Hay que seguir monitorizando y tratando la presión arterial para alcanzar una meta».
Fuente: HealthDay