Salud aconseja disminuir consumo de bebidas azucaradas
En presencia del verano con altas temperaturas, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda reducir el consumo de bebidas azucaradas y beber agua potable o mineral. Las bebidas azucaradas aportan grandes cantidades de calorías vacías al organismo porque pueden generar obesidad, diabetes e incluso perjuicios en las piezas dentarias.
«Existe mucha evidencia científica que muestra que estas bebidas no producen saciedad, por lo que su alto consumo no disminuye la ingesta de otros alimentos y, además, se incorporan calorías vacías que no aportan nutrientes», afirmó Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud de la Nación.
Recomendaciones:
– Evitar el consumo de gaseosas y/o bebidas azucaradas y, si se consumen, hacerlo con moderación o esporádicamente.
– Evitar su consumo entre comidas, para calmar la sed, ya que en esos momentos el organismo necesita agua y no azúcar.
– No colocar gaseosas en la mamadera del bebé y permitir que las consuma a cualquier hora.
– Luego de consumir gaseosas hacerse buches con agua para disminuir la concentración de azúcar y la acidez.
– No cepillarse los dientes inmediatamente después de consumir gaseosas o cualquier dulce (favorece la erosión del esmalte). Esperar por lo menos 20 minutos.
– Visitar regularmente a su dentista, ya que él es el profesional que está capacitado para detectar lesiones iniciales de caries, antes de que duelan, y de esta manera tratarlas en forma conservadora.
Consumo de azúcares agregados
La recomendación establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto al consumo de azúcares agregados indica que su ingesta no debe superar el 10 por ciento de la incorporación total de energía en la alimentación de una persona, lo que equivale a 50 gramos diarios para una dieta promedio de 2000 calorías.
«Seiscientos mililitros de gaseosa tienen 14 cucharaditas de azúcar, superando la cantidad máxima recomendada para todo el día, que es de 10 cucharaditas de 5 gramos promedio cada una», detalló la nutricionista Emilia Barrionuevo, miembro del equipo del Plan Nacional Argentina Saludable de la cartera nacional.
Diversas investigaciones de mercado a nivel internacional mostraron que Argentina es uno de los países que lidera el consumo mundial de gaseosas en el comercio minorista, entre los que se encuentran supermercados, almacenes y kioscos.
Además, «estos productos son incluidos en la alimentación de los niños cada vez más frecuentemente y a edades más tempranas, lo que puede llevar a una disminución del consumo de leche que puede derivar en una deficiencia en la ingesta de calcio y, consecuentemente, en mayores riesgos de padecer osteoporosis y fracturas en la edad adulta», explicó Barrionuevo.
Algunas de estas bebidas contienen entre sus ingredientes jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), un endulzante líquido alto en calorías, creado a partir del almidón de maíz. El mismo es utilizado porque «es una alternativa más barata que el edulcorante de caña de azúcar, conserva por más tiempo el producto, suaviza la textura y retiene la humedad de los alimentos», explicó la nutricionista Paola Bichara, del equipo del Plan Argentina Saludable.
En la misma línea, Bichara destacó que «algunas investigaciones internacionales consideran que un consumo elevado de jarabe de maíz es un posible factor de riesgo en el desarrollo de la obesidad, el aumento de los niveles de triglicéridos, el colesterol y la hipertensión arterial».
Efectos en la salud bucal
Actualmente, se reconoce a las gaseosas y bebidas azucaradas como una de las mayores fuentes de azúcar, superando ampliamente a las golosinas en su poder productor de caries dentales. Esta alta concentración de azúcar «es utilizada por la placa bacteriana «“capa de bacterias que se forma constantemente sobre la superficie de los dientes»“ que al entrar en contacto con el azúcar reacciona formando ácidos que atacan el esmalte de las piezas dentarias, sacándole los minerales y perdiendo la dureza», explicó María Belén César Gallardo, coordinadora del Programa Nacional de Salud Bucodental de la cartera sanitaria.
César Gallardo sostuvo, entonces, que «como si la concentración de azúcar no fuera suficiente, también poseen en su fórmula gas carbónico, que contribuye a bajar la acidez de la boca y de esta manera hace que las bacterias actúen por más tiempo».
Otras contienen ácido fosfórico y ácido cítrico, lo que produce pérdida del esmalte dentario sin necesidad de que haya bacterias en la boca, un fenómeno que se conoce como «erosión» y produce mucha sensibilidad.
Yo siempre me compro bebidas light, ya que estos refrescos como bien indica el articulo tienen muchas calorias, y engordan mucho.